Un corazón que habita en dos almas.

Menuda tarde llevo, para arriba y para abajo con Sara de una tienda a otra. ¡Y qué de gente había! Hemos tenido un rato que ha sido realmente agobiante.

En fin, hemos ido para intentar encontrarle un vestido realmente especial para Noche Vieja, y si, hemos visto  unos cuantos, pero... al menos a mi no me terminaba de convencer ninguno.

Como ya sabéis, poco a poco me voy centrando en las fechas navideñas. Yo soy muy de celebrarlo en casa con la familia, hasta tal punto de no salir en Noche Vieja, pero aún así me gusta disfrutarlo. Y una de las cosas que más me gusta es hacerme un peinado especial, uno que no tenga por costumbre. Hoy por ejemplo he conseguido mantener a raya mi trenza de espiga (y aquí sigue), pero para fechas importantes, aunque también suelo tender a las trenzas, me gusta la opción que os voy a poner más abajo.

En cuanto al maquillaje, más de lo mismo. Me gusta tanto un maquillaje natural que la mayor parte de las veces tiendo a darme sólo una base, aunque también disfruto saliendo a la calle sin maquillar. Me parece, sobre todo para el tipo de vida que tengo ahora mismo (que me paso el día de clase a casa y de casa a clase), lo más sencillo. No tienes que retocarte cada dos por tres, y es otra manera de no tener que preocuparte mucho.

Así que este año... tenderé a un maquillaje natural al que daré un poco de color, y en cuanto al pelo... intentaré hacerme una trenza a modo de diadema, aunque no sé si lo conseguiré. Supongo que me haré alguna prueba los días anteriores. Ya os contaré si lo consigo o no. (Si alguien tiene un truco... os suplico me lo contéis).

Y ahora sí. Feliz sábado a todos.